Lo leemos como Vermouth, pero en casa le decimos "vermú". Y está muy bien que así sea. Aquí tenemos uno, muy especial, elaborado con uva Pedro Ximenez en La Mancha. Todo el encanto y la magia del flamenco se hacen presentes en esta bebida elegante, fresca y con mucha amplitud al pasar por la boca. ¿Pueden convivir la acidez, la dulzura y el amargor? Claro que sí, como en la vida misma. El Perlatinta pide ser bebido muy frío y con hielo. Solo o -le queda más que bien- combinado con alguna otra bebida sin alcohol, o soda, y alguna que otra rodaja de pomelo o de naranja. Y siempre con buena compañía. De amistades y de tapas, claro.